Los Reyes Magos de Oriente llegaron hasta el Portal de Belén para adorar al niño Jesús. Lo hicieron guiados por una estrella fugaz, montados en camellos y portando oro, incienso y mirra. O esa es la información que nos ha llegado hasta la actualidad.
Como en todas las historias, existen versiones variadas de la misma. Algunos aseguran que lo que realmente portaban eran golosinas, ropa y carbón, mientras que otros dicen que fue Baltasar quien portaba el oro y no Melchor. No obstante, nosotros queremos hablarte de la simbología del oro, el incienso y la mirra como regalos ante la llegada del Mesías.
- ORO. Este sigue siendo uno de los materiales más preciados en nuestro mundo. En concreto, el oro significaba el reconocimiento de Jesús como ‘Rey de Reyes’, ya que solo los altos dirigentes y los monarcas podían poseerlo.
- INCIENSO. Este solía quemarse en los altares cuando se rendía culto a algo o a alguien, por lo que el incienso pretendía reconocer a Jesús como el hijo de Dios.
- MIRRA. Por último, la mirra se trata de una especie de resina que se obtiene de un árbol del nordeste de África y otras zonas como Turquía. Representaba la humanidad de Jesús; es decir, que él también era hombre y, como tal, moriría.